La Dote Argentia de María Silvia Corcuera.

María Silvia Corcuera presenta en la galería de la librería Menéndez, "La dote argentia"m una exhibición de collares y ornamentos que atrae a los entendidos. Corcuera trabaja con humor pero pero, sobre todo con las múltiples herramientas que provee la historia completa del arte. Hay en la muestra collares que recuerdan los pectorales de la Edad Media, collages que evocan los tiepos de la Escuela Bauhaus y, más adelante en el tiempo, ornamentos realizados on pequeñas cápsulas de café, hilos, alfileres y otroso materiales de desecho que remiten a una patética "dote argentia".

La bijouterie descartable es tan bella y pretenciosa como triste y degradada, exhibe la alegría carnavalesca del cotillón/ "Argentia es Argentina y significa también plata", observa Corcuera. "Como este país que se cree rico pero es insular, extremo. Nosotros no somos ricos. Argentia son las mentiras que compramos. Esta es una mentira que el mismo país compró. Allí nace la idea de ornamento, de esplendor. A este país le regalo con mi obra, con la dote, el esplendor del ingenio de lo cotidiano. Con casi nada. Son obras construidas con estructuras de alambre que rodea el corcho del champagne. Como nuestra alegría, agarrada con alfileres de ganchos. Es ficción. Y ahora todavía más con tantos contrasentidos. Por eso sumé a la muestra dos papeles de la ciudad, de la serie Todo es un globo. Latinoamérica se construye y de noche se destruye". Corcuera finalmente se interroga: "Por qué se destruye?", y ella misma, con sabiduría y cierto cinismo se responde. "Para seguir construyendo".