Dones, randas y peinetones.

Mariana Blousson.

Nació en Buenos Aires y pasó su infancia entre Europa y América Latina, lo que le permitió estar en contacto con diversas culturas. Entre sus premios más importantes se encuentra el Premio Trabucco, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes, a la trayectoria del artista, y a las cuatro obras presentadas. En 2010, sus obra fue elegida para participar en la exposición Geometrie hors Limites.Collection Jean et colette Cherqui, llevada a cabo en la Maison L’ Amerique Latine en Paris, Francia.

A partir de la serie sobre la ciudad, su obra fue elegida para el proyecto de investigación y arquitectura: "Intersección de Arte, Ciencia y Tecnología" llevado a cabo por los arquitectos Andrea Carnicero y Gustavo Fornari, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata.

Su serie de "Los Peinetones", es seguida por la Profesora Regina Root, académica de la Universidad William and Mary (Virginia, Estados Unidos de América). En el 2012, la Profesora Root ganó el premio al mejor libro de investigación en Estados Unidos con "Couture and Consensus: Fashion and Politics in Post-Colonial Argentina". El libro se basa en la serie de obras de María Silvia sobre los peinetones, objetos tan populares en el Virreinato del Río de la Plata y marcan la Voluntad de Desmesura de Nuestra Sociedad, que hoy sigue vigente.

En su nueva serie, María Silvia utiliza cascabeles (elemento traído por los españoles a América Latina que tiene su origen en el medioevo). A pesar de su temprano origen, estos cascabeles hoy siguen vivos en los trajes populares. La artista los contrapone a la idea de las palabras utilizadas en poemas argentinos, y llama a la serie "Dones" en honor al poema de Jorge Luis Borges. Pero no se queda ahí, sino que va hacia sus referentes (como el poeta irlandés W.B. Yeats), y de esta manera llega al concepto de globalización.

En algunas de estas obras, aparecen hojas de coca para referirse a lo sagrado y su contrapartida, lo desacralizado. Así como Duchamp elevó -sacralizándolo- a un urinario a la categoría de arte, María Silvia se ha caracterizado por una señalar continua desacralización de esta época ,de sus valores y, como consecuencia, el arte también.

El color de esta serie es gris óptico -no es negro- porque es el color simbólico del nuevo Medievalismo (interés por la época, los temas y el estudio de lo medieval). Actualmente, de acuerdo con las palabras de sociólogos como Bell, y filósofos contemporáneos tales como P. Bourdie y George Steiner, estamos viviendo un período disgregación y desconcierto, que se asemeja a la vida medieval.

La contraposición entre sonido (cascabel) y silencio (vacío de palabra) se ve acentuada por la forma circular de la obra que, como curva redondeada, es femenina por antonomasia y alude también a la plegaria que es el sentido rítmico del poema.

En otras de sus últimas obras, la artista retoma nuevamente lo textil, con una vuelta a la vieja tradición de "La Randa" que fue traída por los españoles en el año mil seiscientos. Esta tradición sigue viva en Argentina, especialmente en la provincia de Tucumán. En estas obras, se puede ver la pasión de María Silvia por retomar lo popular pero jerarquizándolo, poniéndolo en otro contexto para lograr una cultura viva y perdurable.